POR Baltazar SÁNCHEZ HUERTA
LÁZARO CÁRDENAS, MICH.- Algunos edificios del puerto industrial de Lázaro Cárdenas y principalmente los federales de la SCT en la avenida y plaza principal, se han vuelto refugio para vagabundos y escondite de maleantes, luego de no tener un proceso de restauración, por lo que dichos espacios se toman como viviendas, ocasionando una mala imagen a este municipio que pese a que no es un destino turístico por su importancia comercial nos visitan de otras partes del país e incluso del mundo.
Los hoteles que se encuentran en la franja del centro son el Hotel Quinta Antigua, Casa Blanca, y Plaza que se encuentra a unos pasos de la plaza Benito Juárez, así como también un plantel educativo, ubicado a unos metros del lugar en entrevista con Pedro Mejía Martínez, señaló que algunos las oficinas antiguas del Telegrafos o Telecom en el puerto ya concluyó con su ciclo de durabilidad, por lo que deberían ser demolidos, ya que sólo sirven como nido de delincuentes.
“Algunos de los edificios de la SCT como Telégrafos y Correos ya no cuentan con las reglas especificas para subsistir ya que tanto el concreto como las varillas con las que fueron hechos, podrían colapsar en cualquier momento con algún temblor, ya que sus soportes fueron hechos por debajo de la regla de los ocho puntos en la escala de richter”.
“Los edificios propiedad federal se tendrán que demoler, ya que no cuentan con la compresión adecuada, por lo que el concreto que tienen ahora no se puede mezclar con uno nuevo, por lo que el viejo está pulverizado y la varilla no tiene resistencia” cabe mencionar que algunos vagabundos con la finalidad de buscar un refugio para pasar la noche, se meten al lugar donde realizan desastres en la zona y hasta han espantado a algunos transeúntes, en algunas ocasiones, delincuentes podrían realizar alguna de sus fechorías u ocuparlo para ocultarse.
Por último, se detalló que el material con el que cuentan ambas estructuras son de más de 40 años, por lo que no pueden restaurarse sin una demolición, ya que la nueva reglamentación para edificios es de 8.1 grados Richter, es la que rige a los constructores actuales.