*Operan juntos aprovechan que los conductores llegan a sus casas donde les imponen infracciones
POR Baltazar SÁNCHEZ HUERTA
LÁZARO CÁRDENAS, MICH.- Denuncian a oficiales de la Delegación de Tránsito en Arteaga de extorsionar a los conductores con más de dos mil pesos, bajo el argumento de que la verificación ya se les venció, opera en pareja sobre una sucursal bancaria donde aprovecha que los cuentahabientes llegan a realizar retiros del cajero que esta junto a la institución.
Los conductores que circulan entre las calles Norte, Oriente, de la colonia Obrera, están cansados de ser víctimas del agente de tránsito Miguel T., quien por el más mínimo error, los extorsiona con cantidades nada agradables, coincidieron los denunciantes.
Los denunciantes coincidieron en señalar que esta persona llega a las 07:00 de la mañana, a un sitio de taxis cercano con el afán de ver que es lo que logra sacar de dinero a los chóferes, recalcaron los quejosos que prefirieron omitir sus nombres.
Uno de los afectados señaló que en caso de que el vehículo tenga vencida la verificación, les exige hasta dos mil pesos, “eso es lo que te va a costar, pero si quieres nos arreglamos, tú dices cuánto y lo convenimos, es más dame mil y con eso la haces”, según es lo que suele decir para aplicar la tan conocida mordida.
Argumentaron que las sanciones las aplica a criterio propio, aun cuando tiene que apegarse al reglamento de tránsito no lo hace, además de dirigirse de manera déspota, muestra prepotencia para intimidar al conductor y convertirlo en su víctima con mayor facilidad.
“Nos paramos frente al banco para retirar dinero o consultar el saldo, al ver se nos acerca y te llega con la mordida”. Consideran que aplica de manera abusiva el reglamento de tránsito, lo que acosa a los conductores, por lo que creen conveniente que deje el cargo o que mejore la manera de trabajar.
Testigos cercanos a las áreas donde opera el agente, comentaron que hace unos meses un joven que llegó a descargar bultos de alimento, se estacionó en la calle Norte, pero fastidiado de ser acosado por el elemento, la reacción del conductor fue agredirlo y fue así como este dejó de extorsionarlo.