*El desafío de ser mujer y alcohólica: «Bebía tanto alcohol que mi hija de 12 años tenía que preparar la comida»

POR Baltazar SÁNCHEZ HUERTA / Redacción

LÁZARO CÁRDENAS, MICH.-  Con gran éxito se llevó a cabo el Primer Foro El Alcoholismos en la Mujer “Una Verdad Oculta” en donde a través del trabajo en equipo de diferentes instituciones se brindaron a través de ponentes y testimonios femeninos que involucran la participación de las ciudadanas y sobre todo que conozcan más sobre temas que pueden afectarlas al desafío de ser mujer y alcohólica: «Bebía tanto alcohol que mi hija de 12 años tenía que preparar los alimentos»

El alcoholismo entre mujeres está acercándose a los niveles de los hombres, «Mi hija me dijo que no le gustaba el hecho de que siempre olía a vino. Eso fue el momento en que pensé que podía tener un problema».

Lo que empezó como unas copas de vino por la noche con su marido pronto se convirtió en un problema de alcoholismo para quien un día llego a decir que ella jamás tomaría alcohol pese a que en su familia todos tomaban, alcohólicos sociales, que tomaban en familia, Alice.

Estadísticas recientes muestran que las mujeres se están acercando a los hombres en sus niveles de consumo de alcohol y en el de caso de Alice, como en tantos otros, cuando buscó ayuda se encontró con numerosos obstáculos por el hecho de ser mujer.

La rutina de la copa de más

«A mi marido de entonces le gustaba pasar por el bar para tomar un par de copas antes de ir a dormir», recuerda.

«Pero cuando tuvimos a la niña, eso se convirtió en abrir una botella de vino cada noche en casa. Y entonces empezó el patrón», agrega.

«Con los años, pasamos de una botella, a dos y más. Hasta el punto que empecé a abrir la botella tan pronto llegaba a casa a las 4 de la tarde».

El matrimonio se rompió y busqué refugio en la bebida.

Un factor que ha cambiado es el del acceso a alcohol en los hogares.

El alcohol ya dejó de ser una recompensa de casa y se volvió una rutina. Bebía sola y no pensaba que fuera peligroso.

«Oímos historias que daban miedo de gente que bebía sin parar, pero no se trataba de personas de clase media que tomaban vino o gin-tonic por la noche», asegura.

«Cuando era niña, los hombres iban al pub y bebían. Las mujeres lo hacían menos porque el alcohol no estaba tan disponible en casa, salvo en ocasiones especiales. Ahora las cosas se han equiparado».

Para Alice, los encuentros de alcohólicos anónimos estaban demasiado dominados por hombres.

Es importante prestar atención a nuestro entorno para poder detectar si una persona cercana a nosotros tiene este problema, en espacial nuestros hijos. Podemos detectar si alguien tiene este problema si observamos que mezcla diferentes bebidas alcohólicas durante una quedada, si durante la cita únicamente se dedica a beber desde que quedamos hasta el final del encuentro, si bebe de forma compulsiva…

En estos casos, si cree que alguien de su entorno está sufriendo este problema, lo más aconsejable es consultar con un experto. Es importante actuar y seguir las pautas que fijará el especialista para poderle ayudar.

La soledad, sufrir una depresión, presentar baja autoestima o falta de afecto, son factores de riesgo que pueden hacer que una mujer acabe teniendo un problema de alcohol.