*Alfonso Farías, cumplió su sueño de emular uno de los pocos buscadores de oro que quedan en la Región.

POR Baltazar SÁNCHEZ HUERTA / Redacción

LÁZARO CÁRDENAS, MICH.- Feliz de haber cumplido un sueño ser profesor de Educación y el haberme tirado literalmente al río para ser buscador de oro. Hoy es uno de los pocos que existen en la tenencia de La Mira, a sus noventa y tres años de edad.

Por La Mira pasa el río Las Truchas que contiene oro, Alfonso lleva años dedicado a esta afición, que practicó una o dos veces a la semana, aunque no siempre. «El oro fluvial está depositado allí de cuando llovía de verdad en la provincia y las fuertes tormentas arrastraban grava por los cauces y los barrancos. Así, después de miles de años, se ha ido depositando en el lecho del río», explica.

Su centro de operaciones en el río estuvo muy explotado, advierte este buscador. «Después de la llegada de la empresa SICARTSA, muchos se tiraron a pico y pala a levantar el río para extraer el oro que había en la grava», la particularidad de este aficionado es que trata de emular a los antiguos buscadores de oro. «Con equipo de bateas ya fabricados». La batea sí la compré y tengo mi pico y mi pala». De esta manera, emula la técnica rudimentaria de los pioneros.

Habló que también había otro tipo de buscadores de tesoros que salían de noche de caza en busca de fuegos originados por los Metales Enterrados, también conocidos como Fuegos Fatuos o Fuegos de San Telmo, Farías, señaló que este tipo de tesoros son un misterio pues hubo quienes murieron, que por que el tesoro estaba encantado, una de las preguntas más recurrentes ha sido y sigue siendo sobre los fuegos que se generan sobre los tesoros enterrados.

Hay muchos mitos, que si el fugo es azul, es un tesoro enterrado, sí es naranja son huesos de un muerto, algunos han dicho que son brujas, la verdad yo nunca pensé en arriesgarme, sobre las faldas de los cerros, de La Mira, Buenos Aires, por la noche y la madrugada llegue haber esos fuegos, pero quienes sé que encontraron tesoros, algunos murieron, como no había doctores en ese entonces la gente comentaba que el muerto se lo había llevado.

Se les conoce cómo Fuegos Fatuos o Fuegos de San Telmo y son en su inmensa mayoría, sencillamente, escapes de gas metano que se auto inflama al contacto con el aire dadas unas determinadas condiciones de concentración, temperatura y humedad ambiental en épocas como Verano cuando llueve mucho, o en invierno entre diciembre y parte de enero, pero se ocupa ir a la montaña para saber su ubicación porque de plano podrás ver el fuego pero no la ubicación.