*Personas con discapacidad y sus familiares reclaman que aún no reciben el apoyo anunciado por el gobierno de López Obrador, y se preguntan dónde pueden recibir información.

POR Baltazar SÁNCHEZ HUERTA

  LÁZARO CÁRDENAS, MICH.- El hijo de Nely Pérez tiene parálisis cerebral, no se vale por sí mismo e incluso ella dejó de trabajar en cuanto él empezó a crecer, para poder atenderlo de tiempo completo. Nunca han recibido apoyos de gobierno por su condición. En noviembre del 2018, por primera vez, se acercaron a ofrecerles algo: los “servidores de la nación” los censaron para un nuevo programa social, que sería creado en cuanto asumiera la presidencia Andrés Manuel López Obrador.

  El inicio de reparto de dinero se anunció en enero, pero Nely y su hijo José Arturo, al igual que más de 2 centenares de personas en este puerto siguen sin recibir nada a poco más de un año, los encargados del censo les tomaron sus datos y una fotografía, y aseguraron que con eso ya estaba inscrito al padrón de beneficiarios de la Pensión para Personas con Discapacidad Permanente. Nely, como algunos otros ya buscaron ese padrón por internet en la página de la Secretaría de Bienestar, responsable del programa, pero no existe, y llamó al teléfono que aparece para pedir informes, donde nadie contestó.

  Algunos incluso ya han acudido al módulo de programas federales que se instaló junto al palacio municipal de este puerto donde antes se atendía a 65 y más, a las oficinas de Bienestar Social, atendidas por Armando Flores Anguiano, para ver si ahí podía recoger la tarjeta, ya que ni eso le ha llegado, y la única respuesta fue que tenía que seguir esperando a que vuelvan a contactarla los servidores de la nación.

 Así mismo el Señor Gregorio representante de la asociación Familias y Retos Extraordinarios AC en este puerto cuenta con numerosos casos de personas que todavía no están recibiendo pensión. En un grupo de Facebook en el que participan padres y madres, por una que comenta que ya pudo cobrar en julio, llueven los comentarios de quienes todavía no reciben pagos ni tarjetas y se preguntan dónde pueden recibir información.

  Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró el 1 de julio pasado que ya había 610 mil beneficiarios de este nuevo programa, del millón al que se pretendía llegar ese año, Bienestar no ha informado sobre los avances de esta política social. Este medio de comunicación ha solicitado varias veces a la Secretaría las cifras oficiales, pero no hay una respuesta de parte del titular que solo da vueltas al asunto.

  La entrega de pensiones arrancó, según lo anunciado por el presidente, a mediados de enero, pero en el Padrón Único de Beneficiarios de Bienestar, actualizado hasta el primer trimestre del pasado año, ni siquiera viene este programa, y en ese periodo el subejercicio de recursos fue de 72%, de acuerdo con los reportes financieros de la Secretaría de Hacienda.

  El dinero asignado para estos subsidios en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2019 fue de 8 mil 500 millones de pesos, pero eso solo alcanza para repartirse seis meses entre el millón de beneficiarios al que supuestamente va a alcanzar el programa del año. Por estas razones, piden al presidente de la comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, Hugo Ruiz Lustre, comentó que ha faltado transparencia, ya que ni Roberto Pantoja ha rendido un informe público.

  “Está la percepción de que se están entregando los recursos bajo una encuesta demasiado débil, a través de encuestadores o brigadistas, y a través de los delegados locales. No sabemos exactamente a quién se le está dando, y si lo necesita o no. Y ponte a pensar: es un millón de becas, de mil 275 pesos por mes para un millón de personas, ¿cuánto te da? Mil 275 millones al mes…”, señaló el líder de los discapacitados en este puerto.

“No puedo estar en casa todo el día”

A Berenice Mendoza y su hijo Leo ni siquiera los habían pasado a censar a medio año, hasta que pudo contactar a un servidor de la nación, que le dijo que ya habían pasado y que el domicilio  estaba cerrado. “Yo no puedo estar aquí todo el día porque el niño va a terapias, tenemos que salir, o cualquier cosa, pero me comentaron que si vienen dos veces y no estamos, nos borran de la lista de beneficiarios”, contó Berenice a finales de junio. Hasta julio pudo concretar una visita pero a la fecha no le han entregado la tarjeta.

  “Nosotras como mamás lo hemos platicado muchas veces, que es muy poco.  Muchas hemos tenido que dejar de trabajar para cuidar a nuestros hijos. Y la cantidad apenas es para pañales. Pero podría ser peor: muchos años ni siquiera voltearon a ver a las personas con discapacidad”, reflexiona.