En la votación de la minuta a discusión con vencimiento de plazo con proyecto de decreto por el que se expide la Ley Federal de remuneraciones de los servidores públicos reglamentaria de los artículos 75 y 127 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y se adiciona el Código Penal Federal

 

Con su venia señor presidente: FFA

Compañeras y compañeros legisladores

POR Baltazar SÁNCHEZ HUERTA

LÁZARO CÁRDENAS, MICH.- Los resultados presentados en el Sexto Informe de Gobierno confirman el fracaso del modelo económico neoliberal, aplicado por el gobierno federal en los últimos 36 años. El patrón de acumulación económica que asumió el país en la década de los ochenta del siglo pasado, surgido del Consenso de Washington, se caracterizó por seguir, al pie de la letra, las políticas impuestas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

El paradigma neoliberal preconiza: estabilización económica, libre comercio, irrestricta movilidad de capital, desregulación de la inversión extranjera, mercados abiertos e instituciones adecuadas, es decir, un Estado reducido que renuncia a ser eje fundamental del desarrollo y a ser garante del bienestar de las mayorías.

En consecuencia, en los años ochenta comienza un proceso de desmantelamiento del aparato productivo nacional que se extiende hasta nuestros días. Inicia con los procesos de privatización de Teléfonos de México, Siderúrgica Lázaro Cárdenas, Altos Hornos y Fertilizantes Mexicanos y, durante la presente administración, continúa con los sectores eléctrico y petrolero. Las políticas de ajuste estructural también alcanzaron al ejido y recientemente a la educación, imponiéndose la lógica del mercado por encima del Estado Nacional.

Por su parte, en el presente sexenio no se cumplió con las proyecciones establecidas en el Plan Nacional de Desarrollo ni en el Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo 2013-2018, documentos en los cuales el Ejecutivo planteó la estrategia a seguir durante su administración y los resultados que se obtendrían al seguir dicha estrategia.

De acuerdo con esas proyecciones el crecimiento de la economía sin las reformas estructurales habría sido mayor al 3 por ciento y con las reformas habría llegado al 5.3 por ciento del PIB en 2018. No obstante, el crecimiento verificado fue de 2.2 por ciento anual real en el sexenio.

Una tasa de crecimiento del PIB menor al 3 por ciento resulta insuficiente. A ese ritmo de crecimiento, la economía no impide que el desempleo siga aumentando. Por tanto, se está agravando el problema económico y social más importante del país. Cabe señalar que, en ningún año del sexenio, ni en los sexenios pasados, la creación de nuevas plazas de trabajo ha correspondido ni siquiera a la mitad de las requeridas por el crecimiento de la población.

La economía mexicana lleva más de 30 años creciendo de manera insuficiente, desequilibrada, inestable y con tendencia a seguir disminuyendo, como ocurre con la agricultura, minería, petróleo y el gas. No se trata de un crecimiento que permita la sobrevivencia de todas las ramas y sectores de la estructura económica del país.

El modelo neoliberal ha golpeado profunda y deliberadamente al campo. La falta de apoyos, subsidios y atención a los pequeños productores ha provocado que México se aleje cada vez más de su soberanía alimentaria.

El 45 por ciento de su población se encuentra en pobreza y debe importarse el 84% del arroz, el 31% del maíz, el 64% del trigo y el 98% de la soya, aun cuando el Ejecutivo Federal señala, de manera triunfalista, en su Sexto informe de gobierno, que la balanza comercial agroalimentaria pasó a ser superavitaria, lo cual no sucedía desde 1995.

Nos hemos convertido en uno de los principales importadores de maíz y dependemos de las importaciones de alimentos básicos, como arroz, frijol, trigo, sorgo, pollo, res y pescado, entre otros productos señalados como estratégicos por la Ley de Desarrollo Rural Sustentable.

En materia ambiental, este sexenio será recordado por su actuar timorato en el caso de la contaminación causada por la mina Buenavista del Cobre, en el Río Sonora, el peor ecocidio en la historia moderna del país.

Asimismo, por su incapacidad de rescatar a la vaquita marina, especie prácticamente extinta y otras especies marítimas en la misma situación; por actuar en defensa de los grandes intereses inmobiliarios, en contra de la sociedad.

En economía y en política, lo difícil es construir. Parar este modelo depredador de la riqueza nacional es uno de los motores del cambio que derivó en una elección histórica, abriendo la puerta a la Cuarta Transformación de nuestro país.

En la votación de la minuta a discusión con vencimiento de plazo con proyecto de decreto por el que se expide la Ley Federal de remuneraciones de los servidores públicos reglamentaria de los artículos 75 y 127 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y se adiciona el Código Penal Federal

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *