*A través de la lucha de la Sección 271 del Sindicato minero, en un solo contrato han fusionado la división de 4 empresas ISPAT Mexicana, Villacero, Sermosa y Sersinsa en un solo CCT.

POR Baltazar SÁNCHEZ HUERTA / Redacción

  LÁZARO CÁRDENAS, MICH.- Desde que se inició la privatización de empresas en México, los ciudadanos no han recibido aún “grandes beneficios” prometidos y son progresivamente más pobres. Muy poco supo la ciudadanía sobre el número y nombre de las empresas que se extinguieron, fusionaron o se han vendido, y mucho menos si esto dejó beneficios, a nadie le importaba ya que la atención estaba centrada de cómo sobreviviría la familia ante al alto costo de la vida, la escasez de empleos como hasta hoy, en estas fechas ya pasado el tiempo, el lavado de cerebro que les hicieron a muchos  trabajadores de que una vez privatizada la empresa, los trabajadores iban a formar empresas para dar servicios a la planta, nada más falso.

  Han sido frecuentes y de tal importancia las empresas en la economía nacional como las tres empresas que conformaron el grupo de Sidermex: Altos Hornos de México, S. A., Fundidora Monterrey, S. A. y Siderúrgica Lázaro Cárdenas- Las Truchas, S. A. Dos vendidas y una liquidada.

  Un día como hoy 5 de febrero; pero del año de 1991, salieron a manifestarse para exigir en su momento en que se afirmó que las empresas paraestatales del sector minero, metalúrgico y siderúrgico, fueron privatizadas en 1990, en «un proceso oscuro que a 30 años aún no han dado los resultados sociales, económicos, ni políticos que beneficien a la mayoría de la población».

  Obreros de la trasnacional señalaron: «Los trabajadores mineros nos preocupamos ante la información de que  grupo Villacero, cuyo presidente, Sergio Villareal, presunto adquiriente de las empresas del complejo SICARTSA, que se sabe no cubrió el pago para adquirir las empresas siderúrgicas» en el 2005 la Dirigencia Sindical de Mineros «Exigieron al entonces Presidente de México Vicente Fox Quezada que en su informe del 1º de septiembre diera a conocer al pueblo de México cuándo, cómo y ante quién cubrió el grupo Villacero el pago parcial, la totalidad y/o, en su caso, los intereses por morosidad, por concepto de la privatización de SICARTSA» donde se habla del llamado 5% de acciones de los obreros que hasta hoy día no se ha cubierto.

  Los argumentos fueron el endeudamiento de tales empresas, los altos subsidios del gobierno para sanear sus finanzas y muchos otros más. De todas formas, con la venta de Altos Hornos y Sicartsa, el asunto no generó beneficios para sus trabajadores, ni para la sociedad. Claro, sí para quienes las compraron, como Grupo Villacero que en su momento dividió a Sicartsa en cuatro empresas para acabar con el contrato colectivo de trabajo con el sindicato Minero que en su momento lo representaba Don Napoleón Gómez Sada, fue un 5 de febrero de 1991 cuando la Sección 271 denunció públicamente esta irregularidad que afectaba sus intereses gremiales.

  «Sicartsa una empresa siderúrgica integral, dedicada a la fabricación de productos largos, que cuenta con una capacidad de producción anual de aproximadamente 2.7 millones de toneladas en sus instalaciones situadas en este puerto michoacano a través de sus instituciones mineras participadas al 100 por ciento y conectadas directamente con la planta mediante un ferroducto, Sicartsa disponía de reservas de mineral de hierro (Las Truchas) estimadas en 160 millones de toneladas, que representa una reserva equivalente a 30 años de funcionamiento con el ritmo de producción actual», desde 1976 a 1990 de su privatización que Villacero tomo la administración.

  Tras el desalojo fallido el 20 de abril del 2006, que Villacero vendió sus acciones, para analistas de la industria, la compra realizada por Arcelor Mittal forma parte del acelerado proceso de consolidación del sector acerero en el mundo. La industria automotriz asentada en el sur de Estados Unidos, en especial en Alabama ­donde se han trasladado firmas que dejan la legendaria Detroit ante los altos costos laborales­ se ha convertido en un gran demandante del material para las plantas de Hyundai, Nissan o General Motors, hoy lo vemos con la construcción de la planta El Laminador en el área que en su momento se llamó ISPAT de México.   El país ha venido cayendo como potencia económica gradual y progresivamente en el ranking mundial, pese a la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, al Tratado con la Unión Europea, y a la firma del Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico, y a los subsecuentes 11 acuerdos firmados con 46 naciones. Los gobiernos neoliberales de los últimos 30 años han seguido una política y estrategia de apertura y desgravación indiscriminada sin objetivos industriales y de crecimiento económico interno que deja a millones de obreros en pobreza extrema.