*Tras el arribo del Buque Escuela Velero Cuauhtémoc al puerto michoacano donde estará 3 días, ha abierto al público con visitas este lunes, martes y miércoles. 

POR Baltazar SÁNCHEZ HUERTA / Redacción

  LÁZARO CÁRDENAS, MICH.- Imponente y majestuoso, así luce el Señor Embajador y Caballero de los Mares, el buque escuela «Cuauhtémoc” que en su navegación por el Pacífico mexicano, con escalas en los puertos y puntos de interés náutico de nuestro país, arribó este lunes 07 de junio, al puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán, en donde se prepara como parte del crucero de instrucción y, antes de zarpar permitirá que cientos de personas lo visitarán para admirarlo y conocer quién es el emisario marítimo del país ante el mundo.

  Atracado en el muelle de la Décima Zona Naval Militar del puerto de Michoacán, personal de la Administración Portuaria Integral Lázaro Cárdenas (APILAC) en el barco ondean dos enormes banderas de México y las de los países en donde ha llevado su mensaje de paz y amistad. El Buque Cuauhtémoc se distingue más aún de noche, cuando se ilumina de colores del símbolo patrio, verde, blanco y rojo.

  Este buque escuela de la Armada de México, que fue botado a la mar por vez primera el 24 de julio de 1982 en el puerto de Acapulco Guerrero y construido en el astillero Celaya en Bilbao España, tiene una longitud de 90.5 metros, anualmente realiza un crucero de instrucción de 155 millas náuticas por países europeos y latinoamericanos, además de puertos mexicanos y lleva a bordo a 205 elementos; de ellos, el 15 por ciento son mujeres.

  Abrir la puerta al público para ser admirado es una de sus peculiaridades, y siempre causa emoción recorrerlo; se hacen enormes filas, principalmente de menores de edad, mujeres, personas adultas y jóvenes quienes palpan y miran como viven los marinos durante ocho meses que dura la expedición a bordo, el buque estará siendo visitado este lunes de 11 de la mañana a 8 de la noche, el martes 08 de 15 horas a 20 horas, y miércoles 09 de junio de 08 de la mañana a 08 de la noche.

  “Miles de personas lo han visitado”,  expresa contento con su atuendo blanco y su birrete el Tercer Maestre Contramaestre del Cuerpo General de maniobra del palo mayor de la Escuela Buque Cuauhtémoc, un sonido del silbato marinero da la orden de entrada y salida que a veces pasa desapercibido por los asistentes, no así para los encargados de la guardia quienes en todo momento no pierden de vista a los visitantes quienes de forma ordenada recorren cada uno de sus rincones, desde la cámara de cadetes, de tripulación en donde se admiran las metopas (escudos, reconocimientos y banderas de forma cuadrada ) que reciben como visita e intercambio de culturas.

  Todo está cubierto de madera y cada detalle luce impecable, en los escalones sobresale la palabra “Cuauhtémoc”, y “descubrir como viven los marinos provoca mucha adrenalina”, dice un infante que acudió a visitarlo, que se trasladó a bordo de un autobús de la Armada de México de Palacio Municipal a la Base de la X Zona Naval durante casi dos horas con su familia para poder conocer y recorrer este buque que tantas veces, ha escuchado, arriba a este puerto y que por primera ocasión admiró.

  La escultura del último emperador azteca, “Cuauhtémoc” no podía faltar en este navío y es el que da la bienvenida cuando recorren la cámara de tripulación en donde también se expone con mucho orgullo una “Tetera de Bosto”, uno de los galardones más importantes en la vida marítima y que fue obtenido en el 2013 durante una de las competencias para demostrar el número de millas recorridas.

  Esta embarcación también cuenta con cocina, lavandería, sastrería, pañol de pintura, sanitarios, dormitorios, taller de carpintería y tornería, un quirófano, área de oficinas además de contar con servicio eléctrico, internet y televisión.

  La música aparece en cada instante del recorrido, hay de todos los géneros pero siempre alegre, este barco en ningún momento permanece en silencio, los murmullos de las personas, así como el sonido de la campana repican en cada instante y son los niños los que se divierten de este paseo naval.

  Las mujeres también zarpan con la “Escuela Buque Cuauhtémoc”

  Las mujeres también zarpan y son bienvenidas asegura el Teniente de Fragata del Cuerpo General, de la X Zona Naval Militar, que reconoció que en cada expedición viajan un aproximado de 15 a 20 mujeres de un total de 260 marinos, lo cual significa que el rostro y la voz de la mujer están presentes y eso es un orgullo aseguró, dentro de la Secretaría de Marina donde se practica la equidad de género e igualdad de oportunidades.

  Y aunque dijo que no hay mitad y mitad —y tampoco es porque no se pueda o no se quiera sino que muchas mujeres apenas están incursionando—, lo importante es que las mujeres han demostrado su capacidad a bordo y prueba de ello es Bertha Arauz Figueroa, oficial de enlace del buque escuela Cuauhtémoc.

  Bertha es primer maestre de servicio de administración y intendencia naval, tiene 26 años de edad y 8 años y cinco meses dentro de la Secretaría de Marina, pero será la primera ocasión que zarpe en este buque y está muy emocionada y contenta.

  Originaria del puerto de Veracruz, la joven marina se preparó durante un año para poder zarpar y es que era su sueño desde que entró a esta dependencia y ahora lo cumplirá; recorrerá el litoral nacional del Pacífico, los puertos y puntos más importantes del país donde compartirá con otras culturas dentro de las fuerzas armadas.

  “Durante un año me preparé en la Escuela de Formación y ahora que egresé me dieron la oportunidad, será mi primera experiencia, me han contado de todo, cosas muy fuertes que suceden y eso da emoción, será un crucero bastante relevante y aquí nos vemos en este mes de junio 2021 en Lázaro Cárdenas”.

  Por la exaltación del espíritu marino

  Las maniobras con vela no son sencillas y por eso no cualquier marino zarpa con la Escuela Buque Cuauhtémoc, para ello se preparan a través de un curso de navegación a vela que dura 30 días y aquel que lo aprueba tiene el derecho de entonar el exhorto que los distingue: “Por la exaltación del espíritu marino”, cántico que se entona cuando una maniobra se realiza con excelencia tras arribar a un nuevo puerto.

  Embarcarte y dejar a la familia es el pesar más fuerte con la que luchan los marinos reconoce el Tercer Maestre Contramaestre del Cuerpo General de maniobra del palo mayor de la Escuela Buque Cuauhtémoc, Fernando Romero Ramírez quién durante ocho meses únicamente se podrá comunicar con su esposa a través de telefonía celular o video llamadas.

  “Viajar en el Señor Embajador y Caballero de los Mares es una experiencia única, hay momentos de mucha tensión cuando los chubascos nos alcanzan o cuando un compañero se siente mal de salud, inclusive algunos han sido operados a bordo del Cuauhtémoc pero lo mejor es cuando llegamos a un puerto donde hacemos ese intercambio cultural, hablamos de nuestro México y nos reciben con algarabía, eso no se compara con nada”.

  Toneladas de comida también son llevadas a bordo, la dieta es pescado y pollo además de verduras, el acondicionamiento físico no puede faltar y por supuesto la fe de que zarparan y arribaran con bien durante cada crucero.

  Cada seis años, esta embarcación recorre el mundo entero, lo ha hecho en más de cinco veces, por ahora no se sabe cuando será el próximo, mientras tanto este jueves 10 de junio la escuela Cuauhtémoc deja el puerto de Lázaro Cárdenas para dirigirse a Acapulco Guerrero en donde comenzará en los próximos días su crucero a otro puerto mexicano o de otros país con la añoranza de volver a fin de año o principios del 2022 al puerto de Salina Cruz, Oaxaca.